Marzo se despide, pero dejó su huella: el mes se hizo largo y tedioso.
El descanso que supuso el verano quedó demasiado lejos y muchos argentinos quedaron sumergidos en todo lo que trae la vuelta a la rutina, desde el inicio de las clases, la compra de útiles y la organización de tareas extraescolares hasta los turnos médicos, los nuevos objetivos laborales y los desafíos profesionales del año.
El contexto no ayuda: a la preocupación por los gastos, que se acentúa con el regreso a las actividades, se sumó un clima de tensión social que dejó imágenes de alto impacto en las calles..